Entre las heridas que tratamos en destacan las úlceras venosas, úlceras por presión (escaras), heridas quirúrgicas, quemaduras, heridas diabéticas (como el pie diabético), y heridas traumáticas o complicadas que requieren un manejo especializado para evitar secuelas permanentes. Además, se brinda atención a pacientes con ostomías, proporcionando cuidados que mejoran su calidad de vida.
El proceso de atención de nuestra Clínica de Control de Heridas incluye:
Evaluación integral de la herida y del estado general del paciente, incluyendo aspectos vasculares, infectológicos y mecánicos.
Diagnóstico preciso para identificar la causa y características de la herida.
Elaboración de un plan de tratamiento personalizado que puede incluir limpieza, desbridamiento, curaciones especializadas y seguimiento continuo.
Educación y capacitación al paciente y su familia para el autocuidado en el hogar.
Coordinación con otras especialidades para un manejo multidisciplinario que garantice los mejores resultados.
Además, realizamos estudios epidemiológicos y de investigación para validar y mejorar continuamente los protocolos de tratamiento, contribuyendo así a la generación de nuevo conocimiento en el área de la cicatrización y el cuidado de heridas.