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Nefropatía membranosa
Nefropatía membranosa o glomerulonefritis membranosa es un trastorno renal que involucra cambios e inflamación de las estructuras dentro del riñón que ayudan a filtrar los desechos y los líquidos. La inflamación lleva a que se presenten problemas con la función renal.
SÍNTOMAS DE LA NEFROPATÍA MEMBRANOSA
Los síntomas a menudo comienzan de manera lenta con el paso del tiempo y pueden abarcar:
- Edema (hinchazón) en cualquier área del cuerpo
- Apariencia espumosa de la orina
- Aumento de peso
- Inapetencia
- Micción excesiva durante la noche
- Hipertensión arterial
- Fatiga
Causas de la nefropatía membranosa
La nefropatía membranosa es causada por un engrosamiento de parte de la membrana basal glomerular, una parte de los riñones que ayuda a filtrar los desechos y líquidos extra de la sangre. La razón exacta de este engrosamiento se desconoce.
Es una de las causas más comunes del síndrome nefrótico. La afección puede ser una enfermedad renal primaria de origen incierto o puede estar asociada con otros trastornos.
Los siguientes factores incrementan el riesgo para que se presente esta afección:
- Exposición a toxinas, incluyendo oro y mercurio
- Uso de ciertos medicamentos, incluyendo penicilamina, trimetadiona y cremas para aclarar la piel
- Infecciones, incluyendo hepatitis B, malaria, sífilis y endocarditis
- Cánceres de la sangre, incluyendo linfoma no Hodgkin y leucemia
- Melanoma, un tipo de cáncer de piel
- Lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoidea, enfermedad de Graves y otros trastornos autoinmunitarios
El trastorno se presenta aproximadamente en 2 de cada 10,000 personas y puede darse a cualquier edad, pero es más común después de los 40 años.
Pruebas y exámenes de la nefropatía membranosa
Un examen físico o chequeos médicos puede mostrar hinchazón (edema).
Un análisis de sangre puede revelar proteína en la orina o sangre en la orina. La tasa de filtración glomerular (la “velocidad” de purificación de la sangre) generalmente es casi normal.
Se pueden hacer otros exámenes para ver cómo están funcionando los riñones, como:
- Nitrógeno ureico (BUN)
- Creatinina en la sangre
- Depuración de la creatinina
Los niveles de albúmina en la sangre pueden estar bajos y los de colesterol y triglicéridos pueden estar altos.
Una biopsia del riñón confirma el diagnóstico de nefropatía membranosa.
Los siguientes exámenes pueden ayudar a determinar la causa de la nefropatía membranosa:
- Examen de anticuerpos antinucleares
- Anti-ADN bicatenario, si el examen de anticuerpos antinucleares es positivo
- Análisis de sangre para verificar si hay hepatitis B, hepatitis C y sífilis
- Niveles del complemento
- Examen de crioglobulinas
El tratamiento de la nefropatía membranosa
El objetivo del tratamiento es reducir los síntomas y retrasar el progreso de la enfermedad.
Controlar la presión arterial es la medida más importante para demorar el daño renal. La meta es mantener la presión en o por debajo de 130/80 mmHg. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA) son los medicamentos que se emplean con mayor frecuencia.
Se pueden utilizar fármacos que inhiben o calman el sistema inmunitario.
Se deben tratar los niveles de triglicéridos y colesterol alto en la sangre para reducir el riesgo de aterosclerosis. Sin embargo, una dieta baja en grasas y colesterol por lo general no es tan útil para las personas con nefropatía membranosa. Igualmente, pueden recomendarse medicamentos para reducir el colesterol y los triglicéridos, con mayor frecuencia las estatinas.
Una dieta baja en sal puede ayudar con la hinchazón en las manos y las piernas. Los diuréticos también pueden ayudar con este problema.
Las dietas bajas en proteínas pueden o no servir. Se puede recomendar una dieta moderada en proteínas (1 gramo de proteína diario por kilogramo de peso corporal).
Asimismo, es posible que sea necesario reemplazar la vitamina D si el síndrome nefrótico es crónico y no responde a la terapia.
Esta enfermedad incrementa el riesgo de coágulos sanguíneos en los pulmones y las piernas. A los pacientes generalmente se les recetan anticoagulantes para prevenir estas complicaciones.
El pronóstico
El pronóstico varía. Puede haber períodos libres de síntomas y períodos de reagudizaciones. En algunos casos, la afección puede desaparecer con o sin terapia.
La mayoría de las personas presentará algún grado de daño renal irreversible en un período de 2 a 20 años y aproximadamente un 20% de ellos progresará a una enfermedad renal terminal.
Posibles complicaciones
- Síndrome nefrótico
- Insuficiencia renal crónica
- Enfermedad renal terminal
- Trombosis de la vena renal
- Embolia pulmonar
Cuándo llamar a un médico especialista
Solicite una cita con el médico si los síntomas indican la presencia de nefropatía membranosa. Consulte igualmente si los síntomas empeoran o persisten, si experimenta disminución del gasto urinario o si se presentan síntomas nuevos.
Prevención de la nefropatía membranosa
El hecho de tratar oportunamente los trastornos asociados y evitar sustancias relacionadas con este trastorno puede reducir el riesgo.
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