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Cáncer de Próstata
Cáncer de próstata es el cáncer que empieza en la glándula prostática. La próstata es una pequeña estructura del tamaño de una nuez que forma parte del aparato reproductor masculino y rodea la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo.
SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
El análisis de sangre para el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés) se hace con frecuencia para examinar a los hombres en busca de cáncer de próstata. Debido a estas pruebas, la mayoría de los cánceres de próstata ahora se detectan antes de que causen cualquier síntoma.
Los síntomas que aparecen en la lista de abajo pueden ocurrir con el cáncer de próstata (la mayoría de las veces estos síntomas son causados por otros problemas de la próstata que no son cáncer):
Demora o lentitud para iniciar la micción
Goteo o escape de orina, con mayor frecuencia después de la micción
Chorro urinario lento
Esfuerzo al orinar o no ser capaz de vaciar toda la orina
Sangre en la orina o el semen
Dolor o sensibilidad ósea, con mayor frecuencia en la región lumbar y los huesos de la pelvis (sólo cuando el cáncer se ha diseminado)
CAUSAS DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
El cáncer de próstata es la tercera causa más común de muerte por cáncer en hombres de todas las edades y la causa más común de las muertes por cáncer en hombres mayores de 75 años de edad. Este tipo de cáncer rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años de edad.
Las personas que están en riesgo abarcan:
Hombres de raza negra, que también son propensos a padecer cáncer en todas las edades
Hombres mayores de 60 años
Hombres que tengan un padre o hermano con cáncer de próstata
Otras personas en riesgo abarcan:
Hombres expuestos al agente naranja
Hombres que abusan del alcohol
Granjeros
Hombres que consumen una dieta rica en grasa, especialmente grasa animal
Trabajadores en plantas de llantas
Pintores
Hombres que han estado expuestos al cadmio
El menor número de casos ocurre en hombres japoneses que viven en Japón (este beneficio se pierde después de una generación de vivir en los Estados Unidos) y en aquéllos que no comen carne (vegetarianos).
Un problema común en casi todos los hombres a medida que envejecen es el agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna o HPB). Este problema no eleva su riesgo de cáncer de próstata.
PRUEBAS Y EXÁMENES DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
La biopsia de la próstata es el único examen que puede confirmar el diagnóstico. El tejido prostático se observa bajo un microscopio. Los resultados de la biopsia se informnan usando el grado de Gleason y un puntaje de Gleason.
Hay dos razones para que el médico pueda llevar a cabo una biopsia de la próstata:
Su prueba de sangre del PSA es alta.
Un tacto rectal puede mostrar una próstata grande o una superficie dura e irregular. Debido a las pruebas del PSA, el cáncer de próstata se diagnostica con menos frecuencia durante un tacto rectal.
El análisis de sangre del PSA también se utilizará para vigilar el cáncer después del tratamiento. Con frecuencia, los niveles de PSA empezarán a subir antes de que haya cualquier síntoma. Un tacto rectal anormal puede ser el único signo de cáncer de próstata (aun cuando el PSA esté normal).
Se pueden hacer los siguientes exámenes para determinar si el cáncer se ha diseminado:
Tomografía computarizada
Gammagrafía ósea
EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
Es posible que no siempre quede claro cuál es el mejor tratamiento para su cáncer de próstata. Algunas veces, el médico puede recomendar un tratamiento gracias a lo que se conoce acerca de su tipo de cáncer y sus factores de riesgo. Otras veces, el médico hablará con usted respecto a dos o más tratamientos que podrían ser buenos para su cáncer.
En las primeras fases, hable con el médico acerca de las diversas opciones, como cirugía y radioterapia. En pacientes de edad avanzada, la simple vigilancia del cáncer con pruebas del antígeno prostático específico (PSA) y biopsias puede ser una opción.
El cáncer de próstata que se ha diseminado se puede tratar con fármacos para reducir los niveles de testosterona, cirugía para extirpar los testículos o quimioterapia.
La cirugía, la radioterapia y la hormonoterapia pueden interferir con la libido o el desempeño sexual. Los problemas con el control urinario son comunes después de la cirugía y la radioterapia. Estos problemas pueden mejorar o empeorar con el tiempo, dependiendo del tratamiento. Coméntele sus inquietudes al médico.
CIRUGÍA:
La cirugía generalmente se recomienda sólo después de una completa valoración y discusión de los beneficios y riesgos del procedimiento.
La cirugía para extirpar la próstata y algo del tejido a su alrededor es una opción cuando el cáncer no se ha diseminado más allá de la glándula prostática. Esta cirugía se denomina prostatectomía radical y también se puede hacer con una cirugía robótica.
Los posibles problemas después de las cirugías incluyen dificultad para controlar los esfínteres y problemas de erección.
RADIOTERAPIA:
La radioterapia utiliza rayos X de alta potencia o semillas radiactivas para destruir las células cancerosas.
La radioterapia funciona mejor para tratar el cáncer de la próstata que no se ha diseminado por fuera de esta glándula. También se puede emplear después de la cirugía, si hay riesgo de que todavía pueda haber presencia de células cancerosas de la próstata. La radiación algunas veces se utiliza para el alivio del dolor cuando el cáncer se ha diseminado al hueso.
La radioterapia de haz externo usa rayos X de alta potencia dirigidos a la glándula prostática.
Se lleva a cabo en un centro de oncología radioterápica por lo general conectado al hospital. Usted irá al centro desde su casa cinco días a la semana para los tratamientos. La terapia dura de 6 a 8 semanas.
Antes del tratamiento, el terapeuta marcará la parte del cuerpo que se va a tratar con un bolígrafo especial.
La radiación se dirige a la glándula prostática utilizando un dispositivo que se parece a una máquina de rayos X normal. El tratamiento en sí es generalmente indoloro.
Los efectos secundarios pueden abarcar impotencia, incontinencia, inapetencia, fatiga, reacciones de la piel como enrojecimiento e irritación, lesión o ardor en el recto, diarrea, urgencia urinaria y sangre en la orina.
La braquiterapia de la próstata consiste en colocar semillas radiactivas dentro de la próstata.
Un cirujano introduce pequeñas agujas a través de la piel por detrás del escroto para inyectar las semillas, las cuales son tan pequeñas que no se sienten. Pueden ser temporales o permanentes.
La braquiterapia a menudo se utiliza para hombres con cáncer de próstata más pequeño que se detecta de manera temprana y es de crecimiento lento.
También se puede administrar con la radioterapia de haz externo para algunos pacientes con cáncer más avanzado.
Los efectos secundarios pueden abarcar dolor, hinchazón o hematomas en el pene o el escroto, orina o semen de color rojo-marrón, impotencia, incontinencia y diarrea.
La terapia de protones es otro tipo de radiación utilizada para tratar el cáncer de próstata. Los médicos apuntan los rayos de protones sobre el tumor, de manera que hay menos daño al tejido circundante.
HORMONOTERAPIA
La testosterona es la principal hormona masculina del cuerpo. Los tumores de la próstata necesitan testosterona para crecer. La terapia hormonal es cualquier tratamiento que disminuya el efecto de la testosterona en el cáncer de próstata. Estos tratamientos pueden prevenir el posterior crecimiento y propagación del cáncer.
La hormonoterapia se usa principalmente en hombres cuyo cáncer se ha diseminado para ayudar a aliviar los síntomas. Hay dos tipos de fármacos empleados para la hormonoterapia.
El tipo primario se denomina agonista de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LH-RH):
Estos medicamentos bloquean la producción de testosterona por parte del cuerpo y deben aplicarse por medio de inyección, por lo regular, cada 3 a 6 meses.
Ellos abarcan leuprolida, goserelina, nafarelina, triptorelina, histrelina, buserelina y terapia hormonal anti androgenica.
Los posibles efectos secundarios abarcan náuseas y vómitos, sofocos, anemia, letargo, osteoporosis, disminución del deseo sexual, disminución de la masa muscular, aumento de peso e impotencia.
Los otros medicamentos usados se denominan fármacos bloqueadores de los andrógenos.
Con frecuencia se administran junto con los fármacos de arriba.
Ellos abarcan flutamida, bicalutamida y nilutamida
Los posibles efectos secundarios abarcan disfunción eréctil, pérdida del deseo sexual, problemas del hígado, diarrea y agrandamiento de las mamas.
Mucha de la testosterona del cuerpo es producida por los testículos. Como resultado, la extirpación de éstos (llamada orquiectomía) también se puede usar como un tratamiento hormonal, pero esta cirugía no se hace con mucha frecuencia.
La quimioterapia e inmunoterapia se emplean para tratar cánceres de la próstata que ya no responden al tratamiento hormonal. Un especialista en oncología por lo regular le recomendará un solo fármaco o una combinación de ellos.
MONITOREO:
Después del tratamiento para el cáncer de próstata, a usted se le vigilará muy de cerca para constatar que el cáncer no se disemine. Esto implica chequeos de rutina por parte del médico, incluyendo análisis de sangre en serie del antígeno prostático específico (generalmente cada tres meses a un año).
EL PRONÓSTICO
El pronóstico varía enormemente. Éste se afecta sobre todo si el cáncer se ha diseminado por fuera de la glándula prostática y por el grado de anormalidad de las células cancerosas (puntaje de Gleason) cuando a usted le hacen el diagnóstico.
Muchos pacientes con cáncer de la próstata que no se ha diseminado se pueden curar, al igual que algunos pacientes cuyo cáncer no se ha diseminado mucho por fuera de la glándula prostática.
Incluso para pacientes que no se puedan curar, el tratamiento hormonal puede prolongarles la vida por muchos años.
POSIBLES COMPLICACIONES
Las complicaciones del cáncer de próstata se deben en su mayoría a diferentes tratamientos.
CUÁNDO LLAMAR A UN MÉDICO ESPECIALISTA
Analice con el médico las ventajas y desventajas del examen del antígeno prostático específico (PSA).
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