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Incontinencia Femenina
Incontinencia, pérdida del control de la vejiga, micción incontrolable, micción no controlable o incontinencia urinaria se presenta cuando uno no es capaz de impedir que la orina se escape de la uretra, el conducto que la transporta fuera del cuerpo desde la vejiga. Esto puede variar desde un escape ocasional de orina hasta una incapacidad total para contener cualquier cantidad de orina.
Los tres tipos principales de incontinencia urinaria son:
Incontinencia urinaria de esfuerzo: ocurre durante ciertas actividades como tos, estornudo, risa o ejercicio.
Incontinencia imperiosa: implica una necesidad imperiosa y repentina de orinar seguida de una contracción instantánea y la pérdida involuntaria de orina. Usted no tiene suficiente tiempo entre el momento en que reconoce la necesidad de orinar y cuando realmente orina.
Incontinencia por rebosamiento: ocurre cuando la vejiga no puede vaciarse completamente, lo cual lleva a que se presente goteo posmiccional.
Incontinencia mixta: involucra más de un tipo de incontinencia urinaria.
La incontinencia intestinal, un tema aparte, es la incapacidad para controlar el paso de las heces.
CONSIDERACIONES
La incontinencia es más común en las personas de edad avanzada. Las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de sufrir de incontinencia urinaria.
Los bebés y los niños hasta la edad en que aprenden a ir al baño no se consideran incontinentes sino que simplemente no han aprendido. Los accidentes ocasionales son normales en los niños hasta los 6 años. Las niñas pequeñas (y a veces las adolescentes) pueden tener una pequeña fuga de orina al reír.
La micción nocturna en los niños es normal hasta la edad de 5 ó 6 años.
MICCION NORMAL
Normalmente, la vejiga comienza a llenarse con orina proveniente de los riñones y se va estirando para acomodar la creciente cantidad de ésta.
La primera sensación de ganas de orinar aparece cuando se han almacenado cerca de unos 200 ml de orina (un poco menos de una taza) en la vejiga. Un sistema nervioso sano responde ante esta sensación de estiramiento alertándolo a uno sobre las ganas de orinar, permitiendo a la vez que la vejiga se siga llenando.
La persona promedio puede retener entre 350 y 550 ml (más de 2 tazas) de orina. Dos músculos ayudan a controlar el flujo de orina:
El esfínter (los músculos circulares que rodean la abertura de la vejiga) tiene que ser capaz de contraerse para impedir el escape de orina.
El músculo de la pared vesical (detrusor) tiene que permanecer relajado de manera que la vejiga se pueda expandir.
Cuando llega el momento de vaciar la vejiga, el músculo de la pared vesical (detrusor) se contrae o comprime para forzar la orina a salir de la vejiga. Antes de que este músculo se comprima, el cuerpo debe ser capaz de relajar el esfínter para permitir que la orina salga del cuerpo.
La capacidad para controlar la micción depende del hecho de tener una anatomía normal, un sistema nervioso funcionando normalmente y la capacidad para reconocer y responder a las ganas de orinar.
CAUSAS DE: INCONTINENCIA
Las causas abarcan:
Problemas con la anatomía
Obstrucción
Problemas neurológicos o cerebrales
Trastornos musculares y nerviosos (trastornos neuromusculares)
Demencia u otros problemas psicológicos que afectan la capacidad para reconocer y responder a las ganas de orinar
La incontinencia puede ser repentina y temporal o continua y prolongada. Las causas de la incontinencia súbita o temporal son, entre otras:
Reposo en cama, por ejemplo, durante la recuperación de una cirugía
Ciertos medicamentos (como diuréticos, antidepresivos, tranquilizantes, algunos remedios para la tos y los resfriados y antihistamínicos para alergias)
Incremento de la cantidad de orina como sucede con la diabetes mal controlada
Confusión mental
Embarazo
Infección o inflamación de próstata
Retención fecal, debido al estreñimiento severo, que ejerce presión sobre la vejiga
Inflamación o infección de las vías urinarias
Aumento de peso
Las causas que pueden ser más prolongadas abarcan:
Enfermedad de Alzheimer
Cáncer en la vejiga
Espasmos vesicales
Depresión
Próstata grande en los hombres
Anomalías neurológicas como esclerosis múltiple o accidente cerebrovascular
Daño nervioso o muscular después de una radiación pélvica
Prolapso pélvico en las mujeres: caída o deslizamiento de la vejiga, uretra o recto hacia el espacio vaginal, comúnmente asociada con el hecho de haber tenido embarazos y partos múltiples.
Problemas con la estructura de las vías urinarias
Lesiones de la columna
Debilidad del esfínter, los músculos circulares de la vejiga que se encargan de abrirla y cerrarla. Esto puede suceder luego de una cirugía de próstata en los hombres o vaginal en las mujeres.
CUIDADOS EN EL HOGAR
Vaya al médico para una evaluación inicial y para crear un plan de tratamiento. Las opciones terapéuticas varían dependiendo de las causas y del tipo de incontinencia que usted tenga. Afortunadamente, hay muchas cosas que usted puede hacer para manejar este problema.
Los siguientes métodos se utilizan para fortalecer los músculos del piso pélvico:
Re-entrenamiento de la vejiga: Esto involucra orinar de acuerdo con un horario así se sienta la necesidad de orinar o no. Entre esas horas, trate de esperar al siguiente momento programado. Al principio, tal vez necesite programar intervalos de 1 hora. Gradualmente, puede ir incrementando por espacios de media hora hasta que llegue a orinar cada 3 a 4 horas sin goteo.
Ejercicios de Kegel: Contraiga los músculos pélvicos por 10 segundos y después relájelos por 10 segundos. Repita 10 veces. Realice estos ejercicios 3 veces al día. Usted puede hacer estos ejercicios en cualquier momento y en cualquier lugar.
Para encontrar los músculos pélvicos apenas comience a hacer los ejercicios de Kegel, detenga el flujo de la orina a mitad de la micción. Los músculos que se necesitan para hacer esto son los del piso pélvico. NO contraiga los músculos abdominales, de los muslos ni los glúteos. NO exagere con estos ejercicios, dado que esto puede fatigar los músculos y empeorar la incontinencia.
Existen dos métodos llamados biorretroalimentación y estimulación eléctrica que le pueden ayudar a aprender cómo hacer los ejercicios de Kegel. La biorretroalimentación utiliza electrodos colocados en los músculos del piso pélvico, dándole a usted retroalimentación acerca de cuándo están contraídos y cuando no. La estimulación eléctrica utiliza una corriente eléctrica de bajo voltaje para estimular los músculos del piso pélvico. Esto se puede hacer en casa o en una clínica por 20 minutos cada 1 a 4 días.
La biorretroalimentación y la estimulación eléctrica ya no serán necesarios una vez que usted haya identificado los músculos del piso pélvico y haya dominado los ejercicios por su propia cuenta.
Los conos vaginales mejoran la realización de los ejercicios de Kegel en las mujeres. También hay disponibilidad de otros dispositivos para la incontinencia.
Para el goteo y pequeños accidentes, use prendas interiores y parches absorbentes. Hay muchos productos bien diseñados que pasan completamente inadvertidos para todo el mundo.
Otras medidas abarcan:
Regular el intestino para evitar el estreñimiento y tratar de incrementar la fibra en la dieta.
Dejar de fumar para reducir la tos y la irritación de la vejiga. Fumar también incrementa el riesgo de contraer cáncer de la vejiga.
Evitar el alcohol y las bebidas con cafeína, particularmente el café que puede estimular en exceso la vejiga.
Bajar de peso si es necesario.
Evitar comidas y bebidas que puedan irritar la vejiga como por ejemplo las que son muy condimentadas, bebidas carbonatadas y frutas y jugos cítricos.
Mantener los niveles de glucemia bajo control si tiene diabetes.
El médico especialista puede recomendar medicamentos o cirugía, en especial si las medidas caseras no están ayudando o si los síntomas están empeorando.
Los medicamentos que se pueden prescribir incluyen fármacos para relajar la vejiga, incrementar el tono muscular vesical y fortalecer el esfínter.
Se puede requerir cirugía para la eliminación de una obstrucción o deformidad en el cuello de la vejiga y la uretra.
PREVENCION
Hacer los ejercicios de Kegel mientras está embarazada y poco después del parto puede ayudar a prevenir la incontinencia relacionada con el parto.
CUÁNDO LLAMAR A UN MÉDICO ESPECIALISTA
Hable de la incontinencia con el médico. Los ginecólogos y los urólogos son los especialistas más familiarizados con esta afección y son quienes pueden evaluar las causas y recomendar los métodos de tratamiento.
Llame al médico si:
Ha tenido estreñimiento más de una semana.
Tiene dificultad para iniciar el flujo urinario, goteo, micción nocturna, dolor o sensación de ardor al orinar, incremento en la frecuencia o urgencia u orina turbia o con sangre.
Está tomando medicamentos que puedan estar causando incontinencia. NO suspenda ni ajuste ningún medicamento sin consultar primero con el médico.
Es mayor de 60 años y la incontinencia es nueva, especialmente si también se tienen problemas con la memoria o para cuidar de sí mismo.
Siente ganas de orinar con frecuencia pero solo salen pequeñas cantidades de orina.
Siente llena la vejiga aun después de haber acabado de orinar.
La incontinencia persiste más de 2 semanas aun con ejercicios para fortalecer los músculos de la pelvis.
O QUE SE PUEDE ESPERAR EN LA CLÍNICA
El médico realizará la historia médica y hará un examen físico, enfocándose en el abdomen, los genitales, la pelvis, el recto y el sistema neurológico.
Las preguntas de la historia médica pueden ser, entre otras:
¿Por cuánto tiempo ha sido la incontinencia un problema para usted?
¿Cuántas veces sucede esto al día?
¿Es consciente de la necesidad de orinar antes de tener fugas?
¿Está inmediatamente consciente de que ha orinando?
¿Está mojado la mayor parte del día?
¿Usa pañales en caso de accidentes? ¿Con qué frecuencia?
¿Evita situaciones sociales en caso de accidentes?
¿Ha tenido infecciones urinarias en el pasado? ¿Piensa que puede tener una en este momento?
¿Es más difícil controlar la orina cuando tose, estornuda, se esfuerza o ríe?
¿Es más difícil controlar la orina al correr, saltar o caminar?
¿Es la incontinencia peor al estar sentado o parado?
¿Sufre de estreñimiento? ¿Hace cuánto tiempo?
¿Hay algo que haga para reducir o evitar los accidentes?
¿Ha recibido tratamiento para esta afección antes? ¿Sirvió?
¿Ha intentado hacer ejercicios del piso pélvico (Kegel)? ¿Sirvieron?
¿Qué procedimientos, cirugías o lesiones ha tenido?
¿Qué medicamentos toma?
¿Toma café? ¿Cuánto?
¿Consume alcohol? ¿Cuánto?
¿Fuma? ¿Cuánto al día?
¿Tiene diabetes o hay antecedentes de diabetes en la familia?
¿Tiene cualquier otro síntoma?
Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse son:
Análisis de orina
Urocultivo para verificar la presencia de infecciones, si está indicado
Cistoscopia (inspección del interior de la vejiga)
Estudios urodinámicos (pruebas para medir la presión y flujo de la orina)
Uroflujo (para medir el patrón de flujo urinario)
Residuo posmiccional (RPM) para medir la cantidad de orina que queda luego de la micción
Se pueden realizar otras pruebas para descartar una debilidad pélvica como causa de la incontinencia. Una de esas pruebas es la denominada prueba del hisopo o Q-tip. Este examen implica la medición del cambio en el ángulo de la uretra cuando está en reposo y cuando está haciendo esfuerzo. Un cambio de ángulo de más de 30° con frecuencia muestra que hay una debilidad significativa en los músculos que sostienen la vejiga.
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